Cementera en los Haitíses: un daño más a la ecología


Resulta insólito que hace algunos meses campesinos que tenían conucos cerca del Parque los Haitíses hayan sido desalojados y expulsados de esas tierras pues, según alegaba el secretario de Medio Ambiente, Jaime David Fernández Mirabal, atentaba contra este importante parque nacional; sin embargo ese mismo funcionario es el que actualmente acepta como bueno y válido la instalación de una cementera en la zona de Gonzalo y Los Limones.

No es posible que con esta acción que violenta la ley 64-00 en su artículo 120 dejé en tela de juicio el buen desempeño de sus funciones como ministro de Medio Ambiente, Fernández Mirabal.

El país tiene otros lugares idóneos de donde extraer piedra caliza para la elaboración de cemento que no sea cerca de reservas ecológicas, acuíferas y culturales como lo es el parque Nacional los Haitíses.

Permitir que se lleve a cabo esta obra en ese lugar, sería permitir que nos maten a plazos, que se sigan contaminado y extinguiendo los ríos y las fuentes de agua que aún nos quedan, no podemos decir que sí ante semejante abuso contra la ecología.

¡Es que las autoridades no han pensado en los efectos negativos de aceptar dicha construcción!

Los Haitises recibe una recarga anual de 1,000 millones de metros cúbicos de agua, recarga que se acumula en el subsuelo, en forma de reserva de agua dulce subterránea, ese almacenamiento de agua por debajo del suelo constituye la garantía de abastecimiento futuro de agua potable para Santo Domingo, San Pedro de Macorís, Monte Plata, Bayaguana, Hato Mayor, Boca Chica y muchas otras comunidades de la región norte de Santo Domingo, por consiguiente, intentar dañar el ambiente en esa zona es poner en peligro el futuro abastecimiento de agua potable para casi 4 millones de personas.

Además la fabricación de cemento eleva las temperaturas afectando el ecosistema y consigo la flora y la fauna de ese lugar, asimismo el proceso de clinkerización que se emplea en la producción de cemento producirá, según expertos, 400 toneladas de dióxido de carbono (CO2) lo cual contaminará el aire de todas las provincias del este y noroeste del país.

Es necesario poner como ejemplo el Rió Nizao, que más bien debería llamarse “arroyo Nizao” ya que por el abuso del hombre y la extracción indebida de material, de lo que fue esa fuente acuífera no queda ni la sombra, al bellísimo parque Los Haitises y las fuentes acuíferas que nacen a lo interno de la misma y debajo de su suelo podría pasarle lo mismo.

Señor Fernández Mirabal, no empañe su gestión con una decisión incorrecta, no espere a que sea tarde para decir que no a la cementera y enmendar su error, pues errar es de humanos, aceptar que fallamos y remediar a tiempo es de hombres correctos.

Comentarios

Maridalia Maldonado ha dicho que…
Ay Cinthia! Es increíble cómo en nuestras narices ocurre todo esto. ¿Qué vamos a hacer?